En Galicia el agua tiene poderes mágicos. Una tierra pródiga en manantiales naturales que ya supieron aprovechar los romanos.

En Mougás y en el Rosal, la confluencia de los arroyos da lugar a dos de los rincones más hermosos de la zona, donde el agua ofrece generosa el espectáculo de su caprichoso recorrido. Durante la época de lluvias uno puede recrearse con la visión de espectaculares cascadas precipitándose sobre las rocas, y en verano, disfrutar de un baño en las pozas que se forman sobre el granito, entre la espesura del bosque. Son ambos lugares poco conocidos, donde divertirse, relajarse, animarse, revivir, descansar o desconectar… Tú eliges cómo regocijarte en la belleza del lugar con el intenso y purificante aroma a eucalipto que te cautivará.