El pequeño pueblo de Castrillo del Val donde se ubica nuestra casa, conserva todavía un ritmo de vida pausado rodeado de plena naturaleza, donde podrás disfrutar de lleno de la tradición y la tranquilidad de las tierras Castellanas.

El paisaje de provincia burgalesa rompe radicalmente con el tópico que identifica a Castilla como una inmensa y árida tierra llana. Montañas y llanuras conforman un relieve en el que casi siempre destaca el fuerte contraste de sus elementos. Un gigantesco y heterogéneo mosaico de ecosistemas y paisajes naturales a la espera de que vengas a descubrirlos. Aquí encontrarás el lugar ideal para olvidarte de los agobios de la vida urbana y dejarte llevar libremente por el rumor del agua y del viento.