En 1997, el diario británico The Guardian publicó un “Top 10 de playas en el mundo” donde la Playa de Rodas aparecía como una de las más bellas. No es de extrañar este galardón, pues realmente este archipiélago es un paraíso en la tierra. Ya Ptolomeo lo apodó como las “Islas de los Dioses”. Rodeado por un bosque autóctono, este espectacular arenal con forma de amplia concha, fina arena blanquísima y aguas turquesas, es el escenario perfecto para sentir la libertad, el mar y la naturaleza.

Además de sus playas, las rutas a pie por la isla te dejarán boquiabierto con su flora y fauna únicas. La ruta hacia el monte Faro es la preferida por muchos debido a la espectacularidad de la subida hasta la cumbre con una magnífica panorámica que compensará el esfuerzo.

En temporada alta, hay un barco de línea desde Vigo, Cangas o Baiona que te lleva en menos de una hora al archipiélago. Otra opción, sin duda maravillosa, es la de hacer este idílico trayecto marino en barco privado, ya sea a vela o a motor.